jueves, 11 de octubre de 2012

LA AUDICIÓN DE LOS MAYORES


El sentido del oído es fundamental para la comunicación social. A través del oído recibimos la información que será necesaria para el desarrollo de nuestro propio lenguaje cuando somos niños y, con este lenguaje transmitiremos información y nos comunicaremos con las demás personas, que utilizarán sus oídos para recibirla.

El órgano de la audición está totalmente maduro incluso antes de comenzar nuestra vida extrauterina, y trabaja sin cesar hasta el final de nuestros días. A lo largo de toda nuestra vida, el oído se encuentra expuesto a toda una serie de situaciones agresivas: Ruido excesivo, fármacos ototóxicos, enfermedades, inflamaciones e infecciones, etc. Que pueden ir deteriorándolo de manera mas o menos importante.

Al llegar a la llamada “tercera edad”, aparecen además signos de envejecimiento (¡que palabra tan odiada!) que hacen que la sensibilidad auditiva disminuya y oigamos peor. Es la llamada “Presbiacusia”, que se puede producir por distintos motivos: por un envejecimiento de las estructuras neurales del oído (Presbiacusia neural), por una esclerosis o aumento de rigidez de las estructuras mecánicas del oído interno (Presbiacusia mecánica) o por factores dependientes de problemas metabólicos (diabetes) o vasculares (Presbiacusia metabólica). En cualquiera de los casos, la consecuencia es una disminución de la sensibilidad auditiva, que suele afectar mas a los sonidos agudos. Por esto, se dejan de oír los timbres, el canto de los pájaros, etc.

Pero no solo sucede esto. También se produce, de forma paradójica, un aumento de la sensibilidad a los sonidos fuertes. Es decir: nos cuesta mas empezar a oír, pero nos molestan antes los sonidos fuertes. Por esto, oímos muchas veces decir a las personas mayores: “Háblame mas fuerte que no te oigo...No me chilles, que me molesta”.




La Presbiacusia, como proceso normal de envejecimiento auditivo, no tiene un tratamiento médico (con medicamentos) o quirúrgico efectivo, pero puede y debe tratarse con tratamiento protésico (audífonos) para evitar el aislamiento al que conducirá la perdida de audición en la persona mayor. Y se debe hacer pronto, antes de que el deterioro auditivo sea tan importante que las expectativas de éxito del tratamiento disminuyan de forma alarmante.

No obstante, el tratamiento protésico de la presbiacusia es un proceso complejo, delicado, que requiere actuaciones profesionales y evaluaciones médicas muy rigurosas antes de afrontarlo. Es por esto que se debe aconsejar a la persona mayor con problemas auditivos que no se deje embaucar por falsas “ofertas”, “regalitos” o supuestas “campañas de prevención de la sordera” que normalmente solo tienen un objetivo comercial. Debe consultar siempre con un profesional médico que evalué su problema con seriedad y determine cual es la solución mas adecuada a su problema. Si la solución es el audífono, debe ponerse en manos profesionales, con los medios técnicos necesarios y los conocimientos suficientes y que tengan como objetivo solucionar un problema de salud y no realizar una transacción comercial mas o menos rentable.


Dr. Juan de Dios García Mira 
Médico especialista en Otorrinolaringología y Audiología. 
Médico Adjunto del Servicio de otorrinolaringología del Hospital de Elda. 
Director de Centro Audiológico de Elda. 

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